segunda-feira, 19 de setembro de 2011

Percepción personal

En la película lo que mas gustamos fueron los efectos con mucha tecnologia en contraste con los personajes humanos e virtuales. Lo que llamó atencion fue la interpretacion de lo actor Johnny Depp com lo personajé Sombrerero.

Si pudiera cambiar algo en la película y sobre todo al final, se movería el baile de Alicia. Para nosotros fue una escena errónea sin efecto cómico. 




El Español en acción

En esta película, la traducción se hizo con gran perfección. Las palabras están bien hablado y fácil de entender. No estamos acostumbrados a ver películas en español, acaba de ver con subtítulos en Inglés y Portugués con subtítulos, pero en español es mejor entender, con una buena traducción, podemos entender y aprender de esta película, como podemos ver nuevas palabras y la forma en que se pronuncia en español, por lo que aprender a hablar, escuchar y escribir. La palabra que nos llamó la atención fue ‘’equivocada’’ que aparicio muchas vezes em la pelicula.

Premios

2010: 2 Oscars: Mejor dirección artística y vestuario. 3 nominaciones: efectos visuales
2010: Globos de Oro: 3 nominaciones, incluyendo Mejor película comedia o musical
2010: 2 Premios BAFTA: Mejor vestuario y maquillaje. 5 nominaciones

Comentarios de la Crítica

Sandra rios: Generaciones tras generaciones han conocido el famoso cuento de la literatura infantil, Alicia en el País de las Maravillas. Desde 1985 han sido incontables veces las que se ha llevado al teatro, el cine y la televisión. Los singulares personajes de este cuento: el sombrero loco, la reina roja, la reina blanca, los gemelos Twidli y el gato sonriente cazan perfecto en el prototipo de personajes creados por el rey de la imaginación gótica, Tim Burton. La propuesta de Tim como era de esperarse resulta tan oscura, que su clasificación en los Estados Unidos lleva el rótulo de supervisión de los padres en el caso de los más pequeños. Pero es este mismo ingrediente el que hace esta versión lo más disfrutable de la película.

El sello Burton aparece por todas partes; en el color, en sus magníficos protagonistas (Helena Boham Carter, Johnny Depp, Anne Hathaway) y en su argumento con una Alicia un tanto más moderna, más segura. Alicia ya no es una niña, es una mujer recien adulta, de 19 años, que está a punto de casarse pero antes tendrá la posibilidad de regresar a su mundo maravilloso que visitó cuando era una niña.

El real 3D la última técnica en esta tipo de tecnología, le da una mayor profundidad a este nueva Alicia permitiendo a los más chicos meterse en su mundo; sin embargo, ni este tipo de técnicas, ni las grandes actuaciones y los esfuerzos de un grande como Burton, se hacen suficientes para un cuentecillo que por muchas arandelas que se le pongan da para más.
Alicia en el país de las maravillas es la nueva reina de la taquilla pues en tan solo cuatro días a superado los 219 millones de dólares en recaudo.


Javier Moral: El insondable batiburrillo de oscuras perversidades que habita en la sesera de Tim Burton continúa siendo un misterio para mí. No quiero caer en el tópico machacón, pero lo cierto es que no alcanzo a imaginar a qué tormentos anduvo sometido este individuo en su más tierno pasado para alcanzar tamaña enajenación intelectual -eso sí, extraordinariamente creativa-, pues es de alcance general que sus proyectos siempre destilan un embriagador aroma a traumatismo infantil. Esto ha sido capaz de traducirlo, a través de una personalísima aptitud técnica y dramática, en una insólita estética de autor presente y distinguible en todos y cada uno de sus trabajos; portando unas veces un carácter más entusiasta y colorista (La gran aventura de PeeWee o Big Fish) y otras, tirando hacia una tenebrosidad macabra de tintes neogóticos (Beetlejuice, Eduardo Manostijeras o Sweeney Todd). En un persistente acto de revalidación de lo que podría casi considerarse un subgénero subjetivo, el cineasta continúa haciendo ostensible su pasión por las leyendas fantásticas de corte tradicional. Alicia en el País de las Maravillas hace acopio de una pizca de las dos tendencias artísticas antes mencionadas, así como también trata de condensar en un ensayo de exégesis inédita las dos obras que catapultaran a la fama al polifacético Lewis Carroll: Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas (1865) y A través del espejo y lo que Alicia encontró allí (1872). 

Son muchas las adaptaciones cinematográficas que se acumulan ya sobre el primero de los cuentos, entre las que destaca la de Disney en 1951. Si nos limitamos al análisis del modelado de los extraños personajes antropomórficos que pueblan el relato -aunque se echan en falta algunos de entrañable siniestralidad, como Humpty Dumpty o la morsa comedora de ostras-, es esta cinta, además, la que guarda una mayor relación con la de Burton. Y es que es en este apartado, el técnico, en el que el excéntrico director juega mejor sus cartas. Sobre todo, al lograr un sorprendente y melifluo recreo de las proporciones con encuadres que aglutinan a partir de tres de los apócrifos encuentros de Alicia en su camino.

Es inevitable una breve comparación con Avatar, por tratarse de la siguiente película comercial fantástica de impecable factura técnica y empleo de la tridimensionalidad. Como ahora veremos no se trata de un símil improcedente que suena a lugar común. Gafas aparte, es posible hallar varias analogías entre el planeta Pandora y el imaginario reinado de las monarcas Roja y Blanca que no pasan inadvertidas. A la comunión con la fauna y la flora autóctonas, y el estudio esmerado de unos maquillajes excepcionales, hay que añadir el diseño de ambos microcosmos, que podría interpretarse como una alusión al consumo inspirador de psicotrópicos: así hablaba de las sensaciones que sugería el planeta de los na'vis Jordi Costa en su crítica publicada en Fotogramas; de esto mismo, a causa de la excentricidad de la historia, se acusaría al escritor del relato original de Alicia.

La conclusión no sería otra que los filmes como Alicia en el País de las Maravillas (y los que vendrán a partir de ahora), que le va muy a la zaga en recursos y desarrollo virtuales a Avatar, con un guión algo más trabajado, hacen comprensible el estruendoso fracaso de esta última en la pasada edición de los Oscar. No obstante, que el guión de Linda Woolverton luzca un vigor superior que el de Cameron (ya sabemos, una tarea nada ardua) no significa que no consista, a su vez, en un embrollo sin sentido que fuerza la cohesión para introducir a toda costa la mayor cantidad posible de los personajes del original. Aquí todos están a merced de la nueva Alicia (Mia Wasikowska), paliducha y amnésica, ya en edad de merecer, que propone una sutil tensión sexual con el Sombrerero Loco, quien cobra una confiada y gratuita relevancia en función de su encarnación por el actor fetiche de Burton, Johnny Depp. Al igual que les debió ocurrir a los guionistas, la chica no comprende ni es capaz de hilar cada paso a seguir. Si querían una cinta comercial, lo más acertado hubiera sido rehacer la versión clásica y dejarse de experimentos infructuosos.

Cuando, por fin, creemos haber encontrado una dosis razonable de pertinente acción regada de buenos efectos especiales -en una batalla entre los rojos y los blancos sobre un tablero de ajedrez- ésta no tarda en ser disimulada bajo una perezosa lucha de la protagonista con el Jabberwocky (Galimatazo en el doblaje), monstruo que homenajea, en lo que supone una nueva inserción a capón, una tercera obra de Carroll y que hace las veces de ese Big-Boss de obligatoria derrota para acceder al siguiente nivel en los videojuegos. La parábola más sabia que se desprende de tal cantidad de despropósitos argumentales termina llegando de la mano de la propia Alicia, que demuestra haber superado su "locura" (como ella la llama) al decidirse a encarar la realidad. Los personajes maduran, pero su director no; esta locura no es más que ese complejo "peterpanesco" que Tim Burton se empeña en retener en lo más profundo de su alma.

Personajes y actores


ALICIA (Mia Wasikowska) es una joven de 19 años con toda la vida por delante. Es una mujer independiente que se siente atrapada en el encorsetado Londres de la era victoriana. Alicia Kingsleigh no sabe cómo encontrar el equilibrio entre sus sueños y las expectativas de los demás. Tras la muerte de su querido padre, asiste a una fiesta con su madre y su hermana. Pero ella no sabe que se trata de su fiesta de compromiso. Justo cuando el arrogante y aburrido Hamish Ascot le pide en matrimonio, Alicia ve un Conejo Blanco que lleva un chaleco y un reloj de cadena correteando por el suelo. Se abalanza sobre el animalito peludo y se cae por una madriguera de conejo que lleva al Submundo, un lugar que ya visitó cuando era pequeña (y llamado País de las Maravillas), aunque no recuerda nada ni del país ni de sus habitantes. Pero Alicia se reúne con sus amigos de la infancia, entre los que están la Oruga, el Gato de Cheshire, el Señor Morsa y el Carpintero y, por supuesto el Sombrerero Loco—y parte en busca de su verdadero destino. "Al principio, Alicia se siente muy rara y no está a gusto consigo misma", dice Wasikowska. Y añade: "Así que su aventura en el Submundo le va a permitir conocerse a misma y averiguar que tiene la fuerza necesaria para decidir lo que quiere de verdad en la vida"

EL SOMBRERERO LOCO (Johnny Depp) no sólo es todo corazón sino que sus cambios de humor se reflejan con enorme viveza en su cara y también en su atuendo. Ha esperado ansiosamente el regreso de Alicia y es el único amigo de verdad, el que cree en ella cuando nadie lo hace. No tiene miedo a nada, y recorre enormes distancias para protegerla corriendo todo tipo de peligros. El Sombrerero se sentía orgulloso de confeccionar los sombreros de la Reina Blanca. Pero está envenenado con mercurio, un efecto secundario de la fabricación de sombreros y no está nada bien. "El Sombrerero siempre me pareció un personaje trágico", dice Depp. "En muchos aspectos es una víctima. Es cierto que sufre los efectos del mercurio pero en esta versión hay un elemento trágico de su pasado que pesa mucho en el personaje"

CHESSUR, EL GATO DE CHESHIRE (voz de Stephen Fry) es un gato atigrado que tiene la habilidad de aparecer y desaparecer. No se inmuta con nada y su seductora sonrisa esconde su cobardía. Es él la cabeza de gato incorpóreo que se le aparece a Alicia en el Bosque Turgal después de que le atacara una malvada criatura llamada Magnapresa. Se ofrece a curarle los profundos cortes que tiene en el brazo lamiéndoselo. Alicia no le deja, pero deja que la lleve a tomar el a la Merienda del Sombrerero donde el Sombrerero le reprocha que les ha abandonado el día en que la Reina Roja se apoderó del Submundo. Utilizando sus talentos y el codiciado sombrero de copa del Sombrerero, el Gato de Cheshire acaba encontrando la forma de redimirse.

LA LIEBRE DE MARZO (voz de Paul Whitehouse) es el anfitrión de las Meriendas del Sombrerero en su Casa de la Liebre. Es un personaje paranoico, nervioso y bastante chiflado y no deja de mover sus patas y sus orejas. Además es famoso por lanzar por el aire teteras y otros objetos. Le encanta cocinar y es uno de los pocos habitantes del País del Submundo que escapa de las garras de la Reina Roja.


IRACEBETH, LA REINA ROJA (Helena Bonham Carter) es la tiránica monarca del Submundo. Con su enorme cabeza, su carácter explosivo y su irrefrenable tendencia a chillar para que le rebanen la cabeza a la gente, gobierna a sus súbditos sirviéndose del miedo. "Tiene problemas psicológicos", dice Bonham Carter. "Pierde los nervios con cualquier cosa, por nimia que sea. Sus rabietas son propias de una niña de dos años". Su hermana pequeña, la Reina Blanca, tiene diseños en el trono y en la corona que Iracebeth le robó una vez a ella.

ILOSOVIC STAYNE, LA JOTA DE CORAZONES (Crispin Glover) es el jefe del Ejército de la Reina Roja. Con su 2,28 metros de altura, una cara llena de cicatrices y un parche en forma de corazón que cubre su ojo izquierdo, Stayne es un personaje arrogante y astuto que cumple sin rechistar las órdenes de la Reina Roja. Es el único que consigue calmarla y apaciguar sus drásticos cambios de humor. "Soy la mano derecha de la Reina Roja", dice Glover. "La Reina Roja es muy temperamental y enseguida pierde los nervios con la gente. Así que mi personaje tiene que ser muy diplomático". Su lado más oscuro sale a la luz en las sombras de los corredores del castillo.

TMCTWISP, EL CONEJO BLANCO (voz de Michael Sheen) siempre llega tarde, siempre está corriendo y siempre está apurado. Le han encargado que encuentre a Alicia y que la traiga al Submundo para que pueda cumplir con su destino. Por eso se presenta en la merienda en el jardín, para atraerla a la madriguera del conejo. "Es un personaje entrañable", dice Sheen, "pero también es muy quisquilloso y bastante severo con Alicia. Siempre está alerta, es muy nervioso, como si le faltase siempre tiempo. El tiempo es muy importante para él, pero acude raudo y veloz cuando se le llama".

MALLYMKUN, EL LIRÓN (voz de Barbara Windsor) es un ratón bravucón del Submundo que viste pantalones de montar. Se niega a creer que el Conejo Azul ha encontrado a la verdadera Alicia, la que puede ayudar a que el Submundo recupere su antiguo esplendor. Así que no duda en pinchar a la pobre Alicia en el tobillo con una aguja de sombrero porque Alicia insiste en decir que está soñando. Pero el obstinado ratoncito aparece como por arte de magia cuando una criatura con garras amenaza a Alicia. Su lealtad hacia el Sombrerero es extraordinaria y se enfrenta a la perspectiva de muerte para permanecer a su lado. 

ABSOLEM, LA ORUGA (voz de Alan Rickman) es el guardián absoluto y sabelotodo del Oráculum, un documento antiguo que recoge todos los grandes acontecimientos pasados, presentes y futuros de la historia del Submundo. El Conejo Blanco y la Morsa y el Carpintero llevan a Alicia a conocer a Absolem, para que él averigüe que se trata de la verdadera Alicia, la que visitó el Submundo cuando era niña, la Alicia que está destinada a ayudarles. Encuentran a la protuberante oruga azul encima de una seta en un bosque de setas sumido en una espesa neblina. Absolem pone a prueba a Alicia para que averigüe quién es realmente, y le obliga a enfrentarse a una difícil pregunta: "¿Quién eres?"

MIRANA, LA REINA BLANCA (Anne Hathaway) es la hermana pequeña de la Reina Roja, y a pesar de que parece todo dulzura y alegría, debajo de la superficie su personalidad esconde ciertos rasgos oscuros. "Tiene los mismos genes que la Reina Roja", dice Hathaway. "Le tira mucho el lado oscuro, pero le asusta tanto llegar demasiado lejos que se esfuerza muchísimo por ser alegre y simpática. Pero vive en ese sitio por miedo a perder el control". Cuando Alicia regresa al Submundo, la Reina Blanca la toma bajo su protección, a pesar de que sus motivos no son totalmente altruistas.

TWEEDLEDEE y TWEEDLEDUM (Matt Lucas) son dos mellizos regordetes que están siempre discutiendo entre ellos y que utilizan un lenguaje muy particular que casi nadie entiende. Cuando Alicia llega al Submundo, se fija en los mellizos para que la guíen. Inocentes e infantiles, adorables y encantadores, son buenos chicos pero no son de gran ayuda debido a su forma de hablar, extraña y misteriosa. "Los imagino como los típicos niños traviesos victorianos, con las manos siempre metidas en el bote de la miel", dice Lucas, el cómico y actor británico que interpreta a ambos. "Así que les he hecho bastante infantiles, lo que no me cuesta demasiado porque yo mismo soy un niño grande".

MAGNAPRESA es una criatura desagradable, babosa y maloliente con un enorme cuerpo deforme y una cara aplastada, enseña los dientes como un bulldog rabioso. Le da un golpe a Alicia con sus largas pinzas que le deja un recuerdo bastante doloroso del terrorífico reino de la Reina Roja.

BAYARD EL SABUESO (voz de Timothy Spall) es un cómplice poco convencido de las fuerzas de la Reina Roja, temeroso de que le hagan daño a su mujer y sus cachorros encarcelados si no accede a las peticiones de Stayne. Secretamente, es leal a la resistencia del Submundo, y se convierte tanto en el aliado de Alicia como en un medio de transporte muy útil.

EL DODO (voz de Michael Gough) es uno de los primeros residentes del Submundo que ve Alicia al entrar en ese mundo fantástico. El Dodo es uno de los habitantes más antiguos del Submundo, lleva gafas y un bastón. Es tranquilo y sabio, y no quiere que sus amigos discutan sobre la verdadera identidad de Alicia y sugiere que la lleven ante Absolem que es más sabio que él.